10 Trucos para empezar a escribir

Ponerse a escribir es uno de los retos más duros a los que se enfrente al escritor novel, especialmente cuando no tiene fechas de entrega o escribe por afición. La dificultad de encontrar tiempo para empezar a escribir, la tentación de las redes sociales, el cansancio, la falta de objetivos claros… todos esos pueden ser algunos de los elementos que nos hagan dejarlo para otro día una y otra vez. ¿Cómo evitar procrastinar con la escritura? (Si no sabes qué es la procrastinación, puedes leer este artículo). Realmente hay tantos métodos como escritores, es importante conocer las causas que llevan a posponer el trabajo y atajarlas. Os vamos a dejar diez sencillos pasos para ponerse manos a la obra y conseguir que lo que en principio puede parecer una tarea muy pesada se convierta en algo más llevadero. Ante todo, piensa en la satisfacción del trabajo terminado y en las posibilidades que se abrirán ante ti al hacerlo. Quizás eso que acabas de escribir llegue algún día a las mesas de novedades de las librerías.

1. Comprométete:

Habla de ello con tu familia y con tus amigos, coméntalo en tus redes sociales… Al hacerlo público te sentirás responsable y comprometido, y te costará aplazar el trabajo.

2. Conoce tu motivación:

¿Por qué quieres escribir? ¿Cuáles son tus metas? Tener las ideas claras te ayudará a entender la importancia de cada etapa.

3. Empieza:

Da igual que en principio no tengas muy claras tus ideas, o que no sepas muy bien cómo hacerlo. Estas dudas son normales y lo más probable es que seas perfectamente capaz de ir solucionándolas a medida que trabajas: te pondrás a planificar, organizaras líneas cronológicas, crearás líneas argumentales. Pero todo esto es imposible sino empiezas. Da igual que la primera página que escribes sea horrible y acabes borrándola. Lo importante es el coger impulso.

4. Crear rutina de trabajo:

Las rutinas son apoyos esenciales de los objetivos a largo plazo, porque al automatizar el trabajo se alejan tentaciones. Busca ese momento del día en que el sabes que puedes trabajar sin distracciones, establece una hora y un lugar que te resulten cómodos y trata de escribir a diario.

5. Ponte metas:

Y establece recompensas si las alcanzas (un dulce, ver un video de gatitos, leer un rato, etc.) Las metas deben ser razonables: escribir todos los días mil palabras, no levantarte de la silla sin repasar lo que has escrito… Estudia tu ritmo de trabajo y estable las metas que crees que deberías alcanzar para que el esfuerzo sea productivo.

6. Evita las tentaciones:

Distancia las tentaciones: desconecta internet, silencia el móvil y aleja ese último libro que estás leyendo y que te tiene totalmente enganchado. Puedes usarlo como recompensas: si logras alcanzar tus metas podrás leer algunas páginas, o revisar tu whatssap.

7. Escribir no es una imposición:

Disfruta mientras escribes, diviértete, estás contado la historia que querías compartir, estás haciendo algo que te gusta. No olvides eso.

8. No seas autoindulgente:

“No pasa nada si un día no escribo”. “Cinco minutos de Facebook y me pongo a escribir”. “Empiezo mañana”. Si empiezas a permitirte deslices no acabaras nunca, imponte algo de disciplina.

9. Combatir el aburrimiento:

Si te aburres escribiendo es que algo no marcha bien. Cambia la rutina de trabajo, escribe ese capítulo al que le tienes tantas ganas, haz fichas de personajes… Intenta no llegar a tu mesa de trabajo demasiado cansado y, si no te distrae, ponte música.

10. Comparte tus logros:

No se trata de anunciar a todas horas cualquier cosa que hagas, pero seguro que tus amigos y familiares se alegraran de saber que avanzas en el trabajo y te darán apoyo. Las pequeñas alegrías te animan a continuar.

No olvides que el procrastinador es tan capaz de hacer un trabajo como el que no lo es. La capacidad de realizar una tarea de manera óptima está ahí, solo necesitamos técnica y fuerza de voluntad para llevarlas a cabo.

Y no te sientas mal. La procrastinación no es nada nuevo y se aplica a muchos ámbitos. Lo bueno es que ahora ya sabes qué hacer para evitarla.